Ciclo de la Vid

Es importante conocer un poco más sobre el desarrollo de nuestras cepas, para poco a poco, entender mejor nuestro vinos y sus diferencias.

El ciclo de la vid, es ese bucle biológico que realiza nuestra cepa, año tras año, y que permite que se llene de energía y poco a poco se desarrolle cada temporada.

Partiendo de un reposo vegetativo donde la planta se encarga de almacenar nutrientes y energía suficiente en su raíz, pero sin demostrarlo en la parte externa, ya que sólo veremos su parte de madera, desprovista de parte verde, el sol al cambiar la temperatura de nuestro suelo, le proporcionará la fuerza necesaria a nuestra savia para comenzar a subir por el tronco, dando lugar al los primeros despuntes.

Con más sol, más lluvia y más días en el calendario, se generará una vara productiva que en principio sólo sujetará pequeñas florecillas, que acabarán convirtiéndose en nuestras preciadas variedades.

Una vez que el sol realiza el equilibrio de los azúcares y las acideces correspondientes, llegará el momento de la maduración, anunciado por el envero y finiquitado con la vendimia.

Aquellos racimos que no sean seleccionados, necrosarán con nuestra cepa, mientras el campo vuelve a sentir el frío y la cepa se vuelve a quedar desnuda, volviendo a generar energía en sus raíces.

No vamos a desvelarte todo, nos guardamos sorpresas, inquietudes y muchos secretos para que no tengas más remedio que acompañarnos en alguno de nuestros temáticos o sesiones de cata gourmet.

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