España, es tras Suiza, el país más montañoso de Europa.
Los viñedos que se sitúan en estas laderas, nos regalan sensaciones únicas que nos enamoran en las copas y sobre todo nos sorprenden por sus matices tan singulares.
Son vinos que reflejan el terruño y la personalidad de las cotas más elevadas de nuestras montañas, y suelen presentarse frescos, elegantes y delicados.
Los vientos que recorren las cimas, se pasean a través de nuestros viñedos, dando origen sin duda, a aromas, colores y sabores, únicos y personales.