Muchos son los factores que hacen de un vino blanco una sensación diferente e inolvidable.
El tratamiento de los viñedos, desde la viticultura tradicional a la biodinámica, nos ofrece distintas connotaciones en nuestras copas, desde más mineralidad, aportada por la singularidad de los viñedos más ecológicos, hasta la más pura esencia del terreno que muchas de nuestras bodegas saben transmitirnos con sus singulares vinificaciones.
Las edades de la planta serán otro factor a tener en cuenta, viñedos jóvenes, vigorosos que producirán gran cantidad de racimos y en contra, viñedos longevos, que matizarán con mucha personalidad a los vinos cuyas raíces profundizan buscando secretos en sus tierras.
El sol conseguirá concentrar los azúcares necesarios para la fermentación, así las laderas más calurosas y más bañadas por el sol, producirán vinos más cálidos y afrutados, mientras que los viñedos orientados a las caras nortes, serán más balsámicos y llenos de prestigiosas notas singulares.
Las vendimias mecánicas nocturnas o las manuales diurnas, con su selección de los mejores racimos, harán que el momento óptimo de recogida, se una a la baja temperatura de comienzo de fermentación y aumente el poder de la fruta, el color y aroma de las distintas variedades.
Cuidado con los vinos blancos, porque nos pueden parecer muy similares, pero cuando entramos en los detalles, millones de diferencias nos guardan , para descubrirnos un camino sin fin en nuestra España de vinos.
No queremos desvelarte todos los secretos porque queremos que nos acompañes en nuestras sesiones de catas temáticas.
Te esperamos para que vivas el vino de forma diferente en nuestra sala.