Tras la poda, nuestras cepas despiertan su actividad y nos regalan momentos mágicos como su llanto, un ligero goteo que se acumula en el borde de nuestras cepas mutiladas, compuesto por una sustancia más bien gomosa que podrá observarse en el campo de siete a diez días y que hace que la cepa llegue a arrojar hasta 5 litros de agua por cid.
Hasta este momento, las reservas acumuladas en raíz de la viña, no habían mostrado ningún interés en que la superficie notara su presencia, pero el campo, sube de temperatura y por encima de de los 10 grados, hace que estas reservas, no quieran esconderse más y así, la savia, sangre de todas nuestras plantas, active las respiración celular de nuestras viñas.
Este llanto cesará cuando las heridas de poda estén subsanadas.
Podríamos hacer coincidir este momento, con el inicio de la primavera, ya que aunque aún falten en el calendario algunos días, el campo se adelanta y comienza su particular fiesta de bienvenida
No queremos desvelarte todos los secretos que este tema encierra, queremos que nos acompañes en una sesión de cata, diseñada para compartir contigo este momento y aprender mientras nos divertimos, un montón de curiosidades, historias y bellezas escondidas, tras cinco ricos vinos y un magnífico maridaje seleccionado.