5 subzonas se abren paso en las tierras gallegas al hablar de vino: Rías Baixas, Ribeiro, Monterrei, Ribeira Sacra y Valdeorras
Todas ellas quedan englobadas dentro de las características de Vinos Atlánticos.
Con temperaturas moderadas tanto en invierno como en verano, encontramos la abundancia de lluvias y la poca presencia de sol, por lo que los azúcares retenidos en nuestra uva, serán más escasos y la acidez presente en este tipo de vinos, será más marcada.
Los suelos aportan un toque granítico, la proximidad al mar, el toque salino y variedades tan prestigiosas como la albariño, godello o treixadura. completan un esquema formado por más de 12 variedades gallegas.
Son vinos muy aromáticos, generalmente jóvenes aunque algunos pasan ligeramente un leve descanso en madera convirtiéndolos en más elegantes, complejos y estructurados.
Profundizando en cada una de las subzonas, encontramos notas comunes, y a la vez parámetros individuales que convierten a los vinos gallegos, en un amplio abanico de posibilidades, ante una nueva compra.
Así los viñedos se encuentran en pequeñas parcelas, son minifundios escalonados, aprovechando los desniveles de la geografía y ayudando al buen drenaje del abundante agua caída.